Demencia Senil en la Vejez

La demencia senil es un término en desuso que implica algunos riesgos. Hace referencia a la demencia. Sus síntomas y tratamientos varían en función del origen.

Y vamos a ser directos con lo primero que debes saber: el término demencia senil está en desuso por incorrecto y porque limita las opciones de tratamiento de la persona, en algunas ocasiones poniendo en riesgo su vida.

Demencia senil hace referencia a la demencia, una condición que desarrollan millones de personas en el mundo y que se caracteriza por un deterioro de las funciones intelectuales a grado tal, que les lleva a ser dependientes de los otros para sobrevivir. Una persona con demencia puede comenzar con problemas de memoria y termina recibiendo asistencia para realizar todas las actividades de la vida diaria.

El adjetivo de senil se usaba antiguamente debido a que la mayoría de los afectados desarrolla demencia en la vejez, después de los 65 años, con lo cual la demencia se veía como una parte inevitable del envejecimiento. Pero se sabe que, aunque la mayoría de las personas con demencia son mayores de 65 años, miles de enfermos tienen menos de esa edad y en algunos casos, raros y extremos, la persona llega a la demencia a edad tan temprana como los 30 años. Y por supuesto, millones de mayores de 65 años no tienen demencia ni la demencia es parte de un envejecimiento normal.

También es cierto que algunos profesionales hacen referencia a las demencias seniles en relación a las que se desarrollan después de los 65 años y preseniles, aquellas que se hacen evidente antes de los 65 años. Aunque también esta clasificación es cada vez menos usada.

Otro inconveniente del uso del término demencia senil, tal vez el más importante, es que generaliza una condición muy diversa, que tiene muchas causas. Lo más correcto sería decir demencia debido a…(enfermedad de Alzheimer probable, demencia con cuerpos de Lewy probable, etc). Se debe pedir al profesional que atiende al enfermo que intente descubrir cuál es la causa en ese caso particular, ya que de ello dependerá el tratamiento a aplicar.

 

¿Cuáles son sus causas?

Eso que llamas demencia senil, y que ya sabes que basta con que le digas demencia, tiene muchas causas, tantas que algunos hablan de más de cien.
Sin embargo, hay una causa que se lleva el triste primer lugar: la enfermedad de Alzheimer, causante de más del 65% de los casos de demencia en el mundo.

La enfermedad de Alzheimer es un mal que afecta el cerebro. Cuando una persona desarrolla alzhéimer en su cerebro se van acumulando unas sustancias que dañan las neuronas, las células encargadas de que pensemos, recordemos, prestemos atención, en fin; de que seamos esos seres tan especiales llamados humanos.

Cuando una persona desarrolla alzhéimer, todos esos procesos que mencionamos anteriormente se ven afectados. Pero como te decíamos, el alzhéimer no es la única causa de demencia, aunque sí la principal.

Otras causas comunes son:

  • La enfermedad con cuerpos de Lewy, que causa la demencia con cuerpos de Lewy
  • La enfermedad de Huntington
  • La enfermedad de Parkinson
  • La degeneración frontotemporal
  • La enfermedad vascular
  • Parálisis supranuclear progresiva

Incluso, hay causas de demencia potencialmente reversibles, como las de origen metabólico o la llamada pseudodemencia, que en realidad es una demencia que afecta significativamente los procesos cognitivos.

Síntomas de la demencia

Ya debes de imaginar que los síntomas de demencia senil varían considerablemente teniendo en cuenta la causa que la origina. Si es el alzhéimer, existe un predominio inicial del deterioro de la memoria, la orientación espacial y el lenguaje. La persona olvida cosas que ocurrieron recientemente o se pierde en lugares conocidos.

Si la causa de la demencia es una degeneración frontotemporal lo más probable es que exista inicialmente un cambio notable en la conducta de la persona, que se puede mostrar más desinhibida y realizar cosas que antes no le eran características.

¿Cómo se diagnostica?

No existe una prueba que exactamente te diga: tienes demencia debido a…De hecho, el diagnóstico de la demencia en realidad es relativamente sencillo y pasa por la realización de algunas pruebas que, dependiendo del grado de deterioro de la persona, serán orales o en base a lápiz y papel. El facultativo generalmente también orienta la realización de analíticas de sangre para descartar algunas de las causas reversibles que antes te comentamos.

Lo que es realmente difícil es determinar el origen de la demencia y es aquí donde lamentablemente muchos médicos se detienen; diagnostican demencia y ya. También hay que decir que las opciones que existen para determinar el origen de la demencia no son muchas.

Por ejemplo, si se sospecha que la causa es la enfermedad de Alzheimer, una tomografía por emisión de positrones (PET por sus siglas en inglés) puede ayudar a distinguir si las acumulaciones tóxicas de las que hablamos anteriormente están presentes. En otras circunstancias solo un exhaustivo análisis clínico puede ayudar a delimitar el origen de la demencia.

Tratamiento

Tal vez la razón más importante para saber cuál es la causa de la demencia es el tratamiento. Te explicamos: si bien es cierto que la gran mayoría de las demencias no tiene cura, ya te comentamos que en algunas circunstancias excepcionales es reversible.

Cuando no tiene cura también es importante conocer la causa debido a que algunos fármacos empleados en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, por ejemplo, pueden ser potencialmente mortales en las personas con demencia con cuerpos de Lewy. Lo mismo puede suceder en las personas con demencia asociada a la enfermedad de Parkinson.

En la actualidad existen cuatro fármacos aprobados para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer:

  • donepezilo
  • galantamina
  • rivastigmina
  • memantina

Sus efectos son modestos, sobre todo después de un tiempo de uso, pero ayudan a mejorar levemente el funcionamiento diario.

En el caso de las otras demencias, no hay medicamentos aprobados específicamente para su tratamiento. Generalmente el médico orientará los fármacos en función de los síntomas que tiene la persona, por ejemplo, si existen alucinaciones y delirios posiblemente se prescribirán fármacos antipsicóticos, si hay depresión; antidepresivos.

También es importante que conozcas que existen tratamientos no farmacológicos que ayudan a enlentecer el deterioro de la persona afectada por demencia. Esos tratamientos se aplican desde disciplinas como la psicología, la terapia ocupacional y, cómo no, la fisioterapia. Consisten en una serie de actividades en diverso formato (papel, ordenador, fichas, etc) que estimulan procesos cognitivos específicos, como la memoria o la atención. Las terapias no farmacológicas no solo ayudan a enlentecer el ritmo de deterioro de la persona, sino que contribuyen a su bienestar emocional.

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